Alberto Alonso Oro. La buena arquitectura siempre será económica, social y ambiental viable

Alberto Alonso Oro es una referencia en la divulgación de la arquitectura en España, especialmente en Galicia, gracias a su web Veredes. Además de esta gran labor divulgativa, este arquitecto vigués por la ETSAC (Universidad de A Coruña) trabaja como profesional independiente en hb[2] o colaborando con otros estudios y organizaciones como la Fundación Arquia.

P-Tu labor de divulgador ha convertido la web Veredes en una referencia dentro de la arquitectura española. ¿Cómo surge la idea de crear Veredes?

No sé si referencia, pero ¡gracias!

Veredes, en 2009, aunque hubo primero una fase beta, pero no se pudo recuperar en su momento. Básicamente surgió como un experimento que no tenía mayor pretensión que inicialmente mostrar obras de compañeros que están en Galicia y de otros que conocía pero que trabajan fuera. Además, quería que quienes están investigando sobre arquitectura tuvieran un espacio para compartir su trabajo también. En estos más de 10 años la plataforma ha ido cambiando no solo de aspecto y el contenido, quizás la línea no tanto puesto que solemos escoger el material, con mayor o menor acierto.

P- Veredes lleva más de 10 años con miles de seguidores en las redes sociales. ¿Por qué crees que ha calado tan bien en el público? ¿Qué destacarías de Veredes en comparación a otras webs?

Supongo que ha sido por constancia y mostrar mejoría, ajustar el contenido, supongo que la unión de todo eso hace que nos mantengamos. Todas las mejores se van produciendo con los distintos avances, nuevas redes, y nuevos proyectos como el reciente lanzamiento de la revista científica VAD. No todos salen, algunos se testearon pero no funcionaron, otros se abrieron pero lo cerramos y unos simplemente se reformularon. De todos hemos y estamos aprendiendo, y lo importante, es que son todos mejorables.

 


P- Por lo que he leído, tu vida profesional como arquitecto comenzó en pleno boom del ladrillo así que también te habrá tocado sufrir las consecuencias del estallido de la burbuja. ¿Ha cambiado mucho la profesión desde que empezaste a la actualidad?

Efectivamente, entregamos el PFC en 2008, y meses después hubo recortes en el estudio donde trabajaba, así que aproveché para realizar un Máster en rehabilitación y renovación urbana de la USC. Desde esas fechas hasta hoy en día, creo que la profesión ha sufrido cambios no solo económicos (siempre a peor) y de modelo. Actualmente puede verse arquitectos que desarrollan su actividad en diferentes campos y modos, cierto es que el modelo tradicional de arquitecto de estudio clásico es el más habitual. 

Quizás el mayor problema es hacer ver al usuario final (o cliente) la necesidad de nuestra profesión, que es algo más que una mera firma.

Alberto Alonso Oro

Este esfuerzo a la larga debe dar sus frutos, aunque también sociedad debe respetar a todos los profesionales independiente de la labor que desempeñan. Quizás es una cuestión más de valores y educación que debemos mejorar todos como sociedad.

P- La crisis inmobiliaria provocó en una gran precariedad laboral y supuso el éxodo de muchos profesionales, entre ellos los arquitectos. ¿Crees que el contexto ha mejorado o estamos lejos de una situación óptima?

Estamos lejos de una situación óptima, proporcionalmente dentro de los agentes de la construcción somos los peores pagados y valorados, además del handicap de tener la mayor responsabilidad de todos.

Los problemas se encuentran en varios frentes, pero no independientes, son temas relacionados y que son consecuencia de años de virajes y cambios. He leído que hay unos 60,000 arquitectos colegiados, es decir, que habrá más, que trabajan de forma directa o indirecta para estos o bien que hay optado por desarrollar una actividad diferente. Por tanto, si el trabajo escasea las opciones que tienes no son muchas, porque el bajar honorarios implica una pérdida a largo plazo.

Por ejemplo, la supresión de los baremos hizo que las contraofertas se disparasen a límites insospechados. También hay que decir que los honorarios de las obras públicas les pasa lo mismo, está claro que se debe gestionar escrupulosamente el dinero público pero no a costa de los profesionales de siempre, debe existir un equilibrio.

Hay muchos temas a mejorar, pero son cambios difíciles de llevar a buen puerto.

[useful_banner_manager banners=7 count=1]

P- ¿Cómo ves la situación profesional de la arquitectura en España y concretamente en Galicia?

La situación laboral es complicada, dado que al actual estado económico a la que se enfrenta la población en general, sueldos bajos y coste de vida elevado, se une la incertidumbre. Por tanto, sectores como el nuestro sufren porque los productos y servicios que se desarrollan tienen un coste elevado.

Puedes ajustarlos hasta cierto punto, pero al final son productos que se amortizarán en el tiempo, no de consumo rápido, que suele chocar con la metalidad actual, sobre todo cuando recomiendas que se realice una inversión que a larga amortizará

Es decir, que no  se apueste por el mínimo exigible, ya que dentro de unos años, y al ritmo que vamos, esos marcadores se quedarán cortos, y seguramente necesites una nueva inversión.

P- La actual crisis de la económica, social y ambiental ha provocado que la mayor parte de las profesiones tengan que adaptarse al nuevo contexto. ¿Cómo está afectando esto a los proyectos qué estás desarrollando actualmente?

Actualmente hay varios en marcha, y de diferente índole, lo importante de la arquitectura es que no solo debe dar respuesta a las necesidades que se le demandan, debe ofrecer “ese no sé qué” que decía Fisac. Por tanto, si el proyecto es bueno, siempre responderá a esa triada, y no sufrirá para implementar nuevas técnicas y asumir nuevas necesidades.

Las obras que realizamos no son de grandes presupuestos ni alardes técnicos, incluso en algunas de ellas se retoman oficios (de los cuales uno aprende muchísimo), sistemas tradicionales, etc, siempre se busca la mejor opción explicando las ventajas o inconvenientes para que el cliente quede satisfecho y pueda decidir. 

P- Si tuvieras que hacer un análisis prospectivo. ¿Cómo crees que afectará esta nueva crisis al futuro más inmediato del sector de la arquitectura? ¿Qué oportunidades y amenazas detectas en la arquitectura?

Si esta crisis ha puesto de manifiesto algo es que el sistema estaba al límite, y parar es poco menos que una hecatombe. Si optamos por ver la parte positiva, es que lo que tenemos es muy mejorable, empezando por el modo de habitar el planeta. Ya no solo lo de tomarse en serio la salud del mismo, sino cómo habitamos, cómo desarrollamos nuestra vida personal y laboral, etc. Desde el punto de vista urbano, ahora mismo el ciudadano nota que falta espacio público, en definitiva, espacio para relacionarse y estar. El coche es desplazado para ceder ese espacio al peatón, creo que esto, aunque sea temporal hará que la sociedad reclame para sí, “nuevos” territorios. Las viviendas, más allá de las terrazas o no, los espacios de habitar de una vivienda sufrirán algún cambio, cuál, aún es difícil saber puesto que hay multitud de tipos y variaciones, de viviendas e individuos que las habitan.

Los modos de trabajar, la educación, etc. se verán afectado sin duda por el uso de las nuevas tecnologías, que se han instalado de golpe y que por tanto habrá que adecuar y regular todos estos espacios para este nuevo futuro que se nos ofrece. Desde luego este modelo a muchos les ha pillado por sorpresa y sin otra opción que implementarlo sí o sí.

Las oportunidades y amenazas de estos cambios son parejas, y dependiendo del punto vista o de su implementación pueden cambiarse de categoría. Creo que ahora mismo, es una oportunidad para todos de crear nuevos hábitos y mejorar como sociedad.  

 


TYS MAGAZINE - Anunciantes

Jose Taboada

Licenciado en Geografía, Postgrado en Ordenación y Desarrollo Territorial (USC) y Master de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (USC).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba