Reducir las emisiones de carbono

La semana que viene, se espera que el Organismo de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) anuncie las nuevas normas destinadas a frenar el calentamiento de la Tierra. Aunque todavía no conocemos los detalles, los grupos antiecologistas ya auguran unos costes inmensos y una catástrofe económica. No les crean. Todo lo que sabemos indica que podemos lograr grandes reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero con pocos costes para la economía.

Si no, pregunten a la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Bueno, ése no es el mensaje que la Cámara de Comercio intentaba transmitir en el informe que publicó el miércoles. Está claro que intentaba dar la impresión de que las nuevas normas del EPA harían estragos. Pero si uno se centra en el contenido del informe más que en su retórica descubre que, a pesar de los grandes esfuerzos de la Cámara por tergiversar las cosas —como explicaré después, el informe sobrevalora el coste real de la protección medioambiental casi con seguridad—, las cifras son llamativamente bajas.

Concretamente, el informe tiene en cuenta un programa de reducción del carbono que probablemente sea bastante más ambicioso que el que en realidad vamos a tener, y llega a la conclusión de que, de aquí a 2030, el programa costaría cada año 50.200 millones de dólares constantes. Se supone que eso debe parecernos mucho. Sin embargo, si uno conoce un poco la economía de Estados Unidos, eso le suena al Dr. Maligno recitando “un millón de dólares”. En los tiempos que corren, eso no es mucho dinero.

Recuerden que tenemos una economía de 17 billones de dólares ahora mismo y que va a ir creciendo con el tiempo. Así que lo que la Cámara de Comercio está diciendo en realidad es que podemos tomar medidas drásticas en relación con el clima —medidas que transformarían las negociaciones internacionales y sentarían las bases de las actuaciones mundiales— reduciendo nuestros ingresos tan solo la quinta parte de un 1%. ¡Es barato!

También pueden pensar en el cálculo del coste por familia que hace la cámara: 200 dólares al año. Dado que la familia estadounidense media tiene unos ingresos de más de 70.000 dólares anuales, y que esta cifra va a crecer con el tiempo, estamos nuevamente hablando de unos costes que no representan más que una pequeña fracción de un 1%.

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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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