Cuando el reciclaje se convierte en una oportunidad para la reinserción social

El Centro Penitenciario de Monterroso (Lugo) ha llegado a convertirse en todo un referente de las buenas prácticas ambientales en el ámbito del principio europeo de las tres erres (Reducción, Reutilización y Reciclaje), a las que añade, tras la Recuperación energética de la parte no reciclable por parte de Sogama, la Reeducación y la Reinserción social de los internos.

Su afán por incluir la perspectiva medioambiental en las actividades de la institución ha sido tal, que incluso cuentan ya con su propio huerto ecológico en el que utilizan como abono natural los restos orgánicos generados en el comedor comunitario, contribuyendo con ello a fertilizar de forma natural los cultivos y, por tanto, a garantizar la aportación de los nutrientes necesarios.

Pero el centro, en su empeño por aprovechar al máximo los recursos, ha querido ir más allá e incluso ha llegado a fabricar un invernadero en el que la materia prima básica han sido cientos y cientos de botellas de plástico pet (polietileno tereftalato), disponiendo de una funcionalidad y un marcado carácter estético que lo hace diferente y único. Todo un logro que los responsables del penal atribuyen al interés de los internos y a su capacidad para dar una segunda oportunidad a los residuos producidos, poniéndolos en valor.

La dimensión ambiental se integra así como una actividad más de su programa formativo, dando a entender que los desechos pueden tener utilidad si se sabe hacer un buen uso de los mismos, contribuyendo al mismo tiempo a ahorrar costes y a minimizar su impacto negativo sobre el entorno.

PROYECTO EUROPEO GRUNDTVIG

Esta iniciativa se enmarca en el proyecto europeo Grundtvig, que tiene carácter bianual y en el que el centro participa junto con entidades de Austria y Turquía, aportando un trabajo denominado “Desarrollo sostenible para todos”.

Los países que intervienen en el mismo llevan a cabo sus propias actividades, que comparten periódicamente a través de reuniones celebradas en las distintas sedes. De hecho, una delegación del penal monterrosino estuvo recientemente en Viena con tal motivo.

La adscripción al proyecto tiene por objeto visualizar el desarrollo sostenible como aquél que logra compatibilizar, de forma armoniosa y equilibrada, el crecimiento económico, la protección medioambiental y la cohesión social, comprendiendo al mismo tiempo las consecuencias negativas del cambio climático sobre nuestras vidas, y haciendo un uso prudente y racional de los recursos.

La iniciativa comunitaria hace honor a Nikolai Frederik Severin Grundtvig, escritor, religioso y pedagogo danés del siglo XIX que se erigió en pionero del aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida, convencido de que cada persona debe poder acceder en cualquier etapa de su ciclo vital a una educación de calidad que le permita desarrollarse como tal.

Es por ello que el Programa Grundtvig tiene como meta mejorar la educación de adultos en un sentido amplio, incluyendo la enseñanza formal, que es la que otorga certificados, diplomas y reconocimiento oficial; la no formal, que por lo general se encuentra al margen de este reconocimiento; y la informal, que puede abarcar todo tipo de aprendizaje al margen de la enseñanza oficial, incluyendo el autoaprendizaje.

Fuente: SOGAMA

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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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