RIESGOS NATURALES Y PLANIFICACIÓN URBANÍSTICA

Riesgo natural es la probabilidad de que se desencadene un fenómeno de origen natural (climático, biológico, geológico, etc.), causando daños a personas o bienes. Normalmente en los países más desarrollados, como el nuestro, existe poca concienciación de la fragilidad de la sociedad ante los riesgos naturales, a pesar de la convivencia con los mismos (inundaciones, incendios forestales, terremotos, etc). El desarrollo tecnológico de las sociedades occidentales ha permitido evitar y minimizar gran parte de ellos, por medio de mejoras constructivas o de nuevas infraestructuras (diques o presas). Por esta razón, en la planificación territorial se daba poca relevancia a los riesgos naturales, por un lado menospreciándolos y por otro relegándolos a fenómenos de carácter puntual e inevitable, por tanto no se contemplaban medidas en estos campos.

Esta mentalidad cambia en las últimas décadas, provocada normalmente por sucesos trágicos tanto a nivel internacional como nacional, por ejemplo la catástrofe del camping de Biescas en 1996. Este cambio de conciencia provocó la aprobación de normativa que obligaba la inclusión de un análisis de riesgos en los desarrollos territoriales. La aprobación de la Directiva Europea 2007/60 sobre gestión de espacios inundables y la Ley del Suelo (R.D. 2/2008) son una clara muestra del cambio cara la tramitación de desarrollos en un territorio.

La repercusión de los riesgos naturales puede suponer la pérdida de vidas y considerables daños económicos. Estas pérdidas de bienes suelen pasar más desapercibidas por la sociedad, especialmente las de titularidad pública, a pesar de ser muy altas, por ejemplo las pérdidas estimadas por inundaciones en el periodo 1987-2001 en España son de casi 12.000 millones de euros, según el Consorcio de Compensación de Seguros. Aunque la destrucción de bienes es muy cuantiosa cuándo se produce uno de estos fenómenos catastróficos, nunca alcanzarán el valor de la pérdida de una vida humana.

Por esta razón, es tan importante estudiar y contemplar los riesgos en la planificación territorial, repercutiendo en un medio más seguro para la ciudadanía y para sus bienes. Además, este estudio hoy en día es muy factible, ya que disponemos de los conocimientos técnicos, para contemplar la mayor parte de los riesgos naturales y establecer instrumentos de análisis, como los mapas de riesgos.  El problema es que la mayor parte de la información existente está disgregada o fragmentada, y se realizó a diferentes escalas.

Poco a poco el análisis de riesgos se está introduciendo en la planificación urbanística, poniendo una especial atención en los riesgos de mayor peligrosidad, como es la inundación o la sismicidad. Uno de los pasos más significativos en nuestro país es el Real Decreto Legislativo 2/2008, del 20 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Suelo, que recoge la obligatoriedad de incluir mapas de riesgo en el informe de sostenibilidad ambiental (ahora Estudio Ambiental Estratégico) de los instrumentos de ordenación de actuaciones de urbanización.

Desde Tysmagazine seguiremos ahondando en la importancia de los riesgos naturales en la planificación urbanística y territorial, especialmente en aquellas propuestas concretas que permitan su análisis y previsión.

Autor: Jose M. Taboada

 

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Jose Taboada

Licenciado en Geografía, Postgrado en Ordenación y Desarrollo Territorial (USC) y Master de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (USC).

3 comentarios

  1. Yo vivo en la zona de A Devesa, en Valga (Pontevedra) y todos lo años se inunda al desbordarse el río. Creo que deberían limpiar más los ríos que vienen muy llenos de maleza y no dejan pasar el agua.
    Enhorabuena por la revista.

  2. María del Carmen Carrasco Geógrafa y educadora española-peruana. Si es importante que vayamos incrementando este tema de los riesgos naturales, en todas las instancias y a todos los niveles. No son solo un asunto de planificación, sino también de educación.
    Los riesgos físicos, que parecían ser casi exclusividad de medios muy morfogenéticos y muy dinámicos naturalmente, y que en muchos casos, correspondían a regiones empobrecidas, actualmente los riesgos tienen escenarios muy amplios, entre ellos los medios templados, donde no eran tan habituales. Actualmente los riesgos y los desastres consumados, son el pan de cada día en cualquier medio. Me impacta ver las imágenes de desastres en España, en el telediario, de pérdidas humanas y económicas, me impacta la solidaridad que se genera, y que no viví en mi etapa de española allí.
    Mi experiencia acá, en el Perú, me dice que la planificación es necesaria, es una pieza clave, pero no la única. Superar la fragmentación de la gestión y de la acción pública, superar la competencia entre pseudofeudos sectoriales que impiden acciones coordinadas e integrales, son otro reto por superar y una realidad compartida, así como la la corrupción y la malversación de fondos en estas situaciones críticas. Pero creo que algo que olvidamos es el tema educativo. TODOS, debemos aprender a convivir con las amenazas naturales y a disminuir los riesgos, controlando la vulnerabilidad, a aplicar con organización estrategias desde las mas simples e individuales a las mas complejas y colectivas, para reaccionar en cualquier situación previa, durante y después a un evento. A conocer muy bien nuestro espacio practicado. Esto es un proceso largo, y continuo a lo largo de la vida de los ciudadanos. Creo que en países como Perú, aunque estamos en pañales, tenemos mayor sensibilidad al tema porque es cotidiano para nosotros. El MInisterio de Educación, para el nuevo Plan Educativo Nacional, ha incluido en la competencia de geografía, que es una de las competencias del aprendizaje de Ciudadanía, una capacidad dedicada a los desastres y su manejo. Se dará desde el preescolar hasta el final de la etapa escolar. Me parece, aún con las limitaciones que tiene, que es un buen comienzo, para tratar el tema de los riesgos con otra mirada distinta. Muchos saludos.

  3. María del Carmen Carrasco Geógrafa y educadora española-peruana.
    Si es importante que vayamos incrementando este tema de los riesgos naturales, en todas las instancias y a todos los niveles. No son solo un asunto de planificación, sino también de educación.
    Los riesgos físicos, que parecían ser casi exclusividad de medios muy morfogenéticos y muy dinámicos naturalmente, y que en muchos casos, correspondían a regiones empobrecidas, actualmente los riesgos tienen escenarios muy amplios, entre ellos los medios templados, donde no eran tan habituales. Actualmente los riesgos y los desastres consumados, son el pan de cada día en cualquier medio. Me impacta ver las imágenes de desastres en España, en el telediario, de pérdidas humanas y económicas, me impacta la solidaridad que se genera, y que no viví en mi etapa de española allí.
    Mi experiencia acá, en el Perú, me dice que la planificación es necesaria, es una pieza clave, pero no la única. Superar la fragmentación de la gestión y de la acción pública, superar la competencia entre pseudofeudos sectoriales que impiden acciones coordinadas e integrales, son otro reto por superar y una realidad compartida, así como la la corrupción y la malversación de fondos en estas situaciones críticas. Pero creo que algo que olvidamos es el tema educativo. TODOS, debemos aprender a convivir con las amenazas naturales y a disminuir los riesgos, controlando la vulnerabilidad, a aplicar con organización estrategias desde las mas simples e individuales a las mas complejas y colectivas, para reaccionar en cualquier situación previa, durante y después a un evento. A conocer muy bien nuestro espacio practicado. Esto es un proceso largo, y continuo a lo largo de la vida de los ciudadanos. Creo que en países como Perú, aunque estamos en pañales, tenemos mayor sensibilidad al tema porque es cotidiano para nosotros. El MInisterio de Educación, para el nuevo Plan Educativo Nacional, ha incluido en la competencia de geografía, que es una de las competencias del aprendizaje de Ciudadanía, una capacidad dedicada a los desastres y su manejo. Se dará desde el preescolar hasta el final de la etapa escolar. Me parece, aún con las limitaciones que tiene, que es un buen comienzo, para tratar el tema de los riesgos con otra mirada distinta. Muchos saludos.

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