Las bolsas de plástico gratuitas tienen los días contados

Volver a casa cargados de bolsas de plástico con la compra realizada en cualquier comercio será más caro a partir de enero de 2018 si el Gobierno decide aprobar tal y como está proyectado su Real Decreto sobre la reducción de este artículo. A partir de esa fecha los comerciantes, también aquellos dedicados a la venta online, estarán obligados a cobrar al consumidor una cantidad que oscila entre los 5 y los 30 céntimos de euro en función del espesor de la bolsa y de si es o no compostable.

El objetivo de esta medida es reducir el consumo anual de estos embalajes hasta un máximo de 90 unidades por persona antes del 31 de diciembre de 2019 y de 40 antes de la misma fecha de 2025 para llegar a una reducción del 30% con respecto a 2016.

Además quedará completamente prohibida la comercialización de bolsas de plástico ligeras oxodegradables -aquellas fabricadas con materiales plásticos que incluyen aditivos que catalizan la microfragmentación del material- y, como excepción, se podrán seguir entregando sin coste las bolsas de plástico compostables muy ligeras -aquellas cuyo espesor es menor a 15 micras- que se utilizan para el envasado de frutas, verduras y otros alimentos a granel, por considerar que cumplen una función «de higiene» y sirven de «envase primario» para «prevenir el desperdicio del alimento».

Así aparece en el borrador elaborado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a instancia del Congreso para incorporar al ordenamiento jurídico español la directiva de la Unión Europea 2015/720 sobre la reducción del consumo de bolsas de plástico ligeras.

En este mismo documento también se propone la creación de un organismo de control del consumo de estos productos y la incorporación de símbolos impresos en las bolsas para «facilitar la separación de los residuos en el hogar» e indicar a qué contenedor han de ir. Además, el proyecto de Real Decreto prevé la puesta en marcha de campañas de información y sensibilización durante «al menos, el primer año» desde su entrada en vigor.

Ante este borrador, las partes implicadas en el proceso de fabricación, distribución y compra han presentado sus alegaciones al documento, que ha estado abierto a opinión pública hasta el 24 de enero. Mientras ecologistas y comercio local abogan por una prohibición total y la sustitución del plástico por otros materiales, las grandes superficies defienden una medida que aseguran lleva tiempo funcionando positivamente en sus establecimientos. Por otra parte, los consumidores advierten del riesgo de abuso del consumo con la excepción de las bolsas ultrafinas compostables y los fabricantes critican la falta de estudios que avalen las medidas propuestas y defienden el buen funcionamiento del sistema de reciclaje en España.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha manifestado en contra de una medida que considera una intromisión en la fijación de precios y propone un impuesto como mejor herramienta para distribuir el gravamen.

Escuchadas todas las alegaciones, fuentes del Ministerio de Agricultura han asegurado a RTVE.es que el proceso «está empezando y aún queda mucho camino para cerrar su contenido». «Ahora hay que estudiarlas y contestarlas para luego continuar con su trámite administrativo», han asegurado.

Los supermercados piden que el pequeño comercio «se adapte»

«Hemos pasado de una media de tres bolsas por ticket de compra en 2011 a una de 0,7 y actualmente la reducción está en torno al 80%«, ha explicado a RTVE.es el presidente de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), Ignacio García Magarzo, que deja la pelota en el tejado del comercio minorista: «Son ellos los que tienen que adaptarse, porque nosotros lo asumimos en 2010 según la obligación que fijaba la anterior normativa».

«No pueden eliminar la cortesía de regalar una bolsa a los clientes«, ha protestado, por contra, el presidente de la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM), Luis Pacheco, en declaraciones a RTVE.es en las que apuesta por la prohibición total. «No me pueden obligar a que se la cobre, pero sí a que sea reciclable», ha asegurado el responsable de la organización que representa a 50.000 puntos de venta en la comunidad autónoma. «No bendecimos el uso de bolsas de plástico, pero tampoco el perseguir, sancionar y multar«, ha sentenciado.

Asimismo, Pacheco, que asegura no haber tenido ningún contacto con Agricultura pese a mantener buenas relaciones con el Ministerio, ha afirmado que lo que hace el Gobierno en su proyecto es «dar el problema al siguiente eslabón de la cadena«.

«Nosotros cuando sabemos que vamos a ir a comprar llevamos nuestras bolsas o reutilizamos las que ya tenemos«, han explicado a RTVE.es Carlos y María, una pareja madrileña que, pese a estar concienciada con la reducción del consumo de bolsas, reconoce que «hay veces que no queda más remedio que aceptarlas«.

«Siempre me ha parecido una contradicción que en la alimentación te las cobren y en otros sectores no, así que me parece bien», ha comentado María, quien ha señalado que algunas empresas de comercio online ya llega con esta filosofía. «Hacemos la compra por internet y cuando llega está empaquetado en bolsas de cartón. Otras empresas te retiran las bolsas de plástico que te llevaron la vez anterior», ha explicado Carlos.

Pilar también lleva siempre una bolsa plegable en la mochila cuando va a una gran superficie, aunque aclara que lo hace porque le «fastidia mucho tener que pagar la bolsa de plástico» más que por conciencia medioambiental. «Cuando voy al pequeño comercio, en cambio, cojo las bolsas, por lo que supongo que, en proporción, uso más estas bolsas ya que voy más al mercado que a las grandes superficies. Sin embargo, hace mucho tiempo que no compro bolsas de basura«, ha explicado a RTVE.es. «En casa las bolsas las utilizamos para otras cosas», ha continuado esta madre de familia que está convencida de que «muchos comercios pequeños se van a saltar la norma a la torera«.

En este sentido, la organización de consumidores FACUA comparte «el espíritu» de la medida pero critica «la tardanza que ha tenido esta norma en ponerse en marcha» y pone el foco en la ausencia de regulación para las bolsas de menos de 15 micras, aquellas que la normativa excluye por su uso higiénico en los productos a granel. «Una excepción puede implicar una gran contaminación», ha augurado en declaraciones a RTVE.es el portavoz de la organización Miguel Ángel Serrano, quien prevé que la ausencia de normativa dispare el uso de este tipo de bolsas.

El precio mínimo «beneficia a las distribuidoras», según la CNMC

A comienzos de febrero de 2017 y por petición -entre otros- de ASEDAS, la CNMC evaluó la propuesta de Medio Ambiente y consideró que la opción de fijar un precio mínimo no es la más adecuada, puesto que introduce «restricciones a la libertad de las empresas y de los consumidores». En su lugar, propuso la utilización de una «figura impositiva» que permita que sea «el conjunto de consumidores» el que soporte el recargo y «los contribuyentes los que puedan beneficiarse de los ingresos obtenidos» mediante la creación de un Fondo medioambiental sustentado con este impuesto.

«El precio mínimo facilita que se beneficien en mayor medida las empresas distribuidoras que, de esta manera, se estarían apropiando directamente, con intervención pública, de una renta que en principio no les corresponde», sentenció la CNMC en un informe en el que consideró que «la intervención directa del sector público en los precios (…) puede generar peligrosos precedentes para otros productos y otros servicios«.

Para defender su argumentación, la CNMC pone como ejemplo a Irlanda, que cuenta con una figura impositiva desde marzo de 2002 y ha logrado reducir el consumo «en un 90% en menos de cuatro años». Además valora la experiencia con este tipo de fórmulas que ya se aplican en Andalucía y, más recientemente, en Cantabria.

Ejemplo de cómo se muestra el impuesto sobre las bolsas de plástico en los tickets de tres supermercados andaluces.
Ejemplo de cómo se muestra el impuesto sobre las bolsas de plástico en los tickets de tres supermercados andaluces. Fuente: JUNTA DE ANDALUCÍA

La propuesta de Competencia no parece convencer a los presidentes de ASEDAS y ACES, Asociación Española de Cadenas de Supermercados. «Creemos que lo que propone la CNMC es un impuesto al consumo y no queda clara su aplicación medioambiental«, ha criticado Ignacio García, responsable de la primera. Por su parte, el responsable de la segunda, Aurelio del Pino, considera que ejemplos como el andaluz han demostrado «problemas de gestión».

«Es complejo y su puesta en marcha colectiviza el gasto en toda la sociedad«, ha explicado Del Pino a RTVE.es al tiempo que ha asegurado que «el coste no compensa cuando el objetivo final es que no se recaude». En su lugar, el responsable de ACES ha defendido la decisión del Gobierno: «Va a ser muy importante trasladarle a los consumidores que estas decisiones no se toman porque sí«, ha insistido.

La medida «va a influir negativamente en la industria»

De acuerdo con el último informe La industria del plástico: cifras relevantes (2016) del Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS)la producción de artículos para el transporte o envasado de materias plásticas en España tuvo un valor de más de 3.282 millones de euros en 2014 con una fuerte presencia en Cataluña y la Comunidad Valenciana. Sin embargo, la cantidad de empresas dedicadas a ello se ha reducido, pasando de 4.436 en 2011, hasta 3.940 en 2015, según el mismo documento. Sea como sea, la medida «va a influir negativamente en la industria en España», ha señalado en declaraciones a RTVE.es la directora de Asuntos Técnicos y Medio Ambiente de la Asociación Española de Industriales de Plásticos (ANAIP), Ángela Osma.

«El proyecto del Gobierno va más allá de las exigencias comunitarias al incluir un tipo de bolsas, las de más de 50 micras, que la directiva deja fuera«, ha continuado la responsable de ANAIP. Esta organización, junto a otras del sector como Plastic Europe, Cicloplast y Anarpla, han liderado las alegaciones del sector hacia el Ministerio. «También nos sorprende el planteamiento de un precio mínimo muy alto. Es dos o tres veces más de lo que cuestan ahora«, ha argumentado la responsable de ANAIP, que ha destacado que, «al precio que están ahora, existe margen para reducir el consumo» que ha decrecido un 60% desde 2008 hasta 2013.

Además de estos problemas, la Asociación Valenciana de Empresarios de Plástico (AVEP), que también apoya la posición común del sector, destaca que la decisión del Gobierno «no está justificada en términos medioambientales». «No está avalado por un estudio medioambiental que haya opciones mejores que la bolsa actualmente reglamentada», ha explicado a RTVE.es la secretaria general de AVEP, Cristina Monge, quien ha recordado que el «ciclo de vida» de la bolsa de plástico está avalado por la Asociación Española de Normalización y Certificación, AENOR.

Según este organismo, desde abril de 2009, las bolsas de plástico que cuentan con su certificado -las de una decena de productores a nivel nacional según datos del pasado mes de febrero- son 100% reciclables y están fabricadas con un mínimo de un 15% de material reciclado, están impresas con tintas medioambientalmente respetuosas, se componen en su mayoría de polietileno de baja o alta densidad y están testadas para 15 reutilizaciones.

«Todas las bolsas que entran al contenedor amarillo se reciclan»

«Somos de los pocos países en los que el contenedor amarillo permite el reciclaje de la bolsa de plástico«, ha señalado en declaraciones a RTVE.es la responsable de comunicación de la organización sin ánimo de lucro para la promoción del reciclado de los plásticos al final de su vida útil, Cicloplast, Maica Bernardo, quien ha argumentado que «el Real Decreto se hace no porque exista una necesidad urgente en España«, sino por la obligación de llevar a cabo la trasposición de la directiva europea.

«Todas las bolsas que entran al contenedor amarillo se reciclan», coincide la directora de comunicación de Ecoembes, Nieves Rey. Según datos facilitados por esta empresa, que gestiona los puntos de reciclaje del contenedor azul y amarillo en toda España, en 2015 -último año del que hay datos- se reciclaron en el país 94.267 toneladas de plástico film -segmento al que pertenecen las bolsas de plástico-, práctica que, según ha explicado, lleva realizándose desde el inicio de la recogida selectiva de envases en 1998.

Sin embargo, las organizaciones ecologistas dudan de estos datos. «Se controlan a sí mismos y se hacen trampas al solitario», ha apuntado a RTVE.es el responsable de Campaña de Greenpeace Julio Barea, que se ha mostrado favorable a la creación de un organismo independiente de recogida de datos, que el Gobierno propone formar unificando otras agencias similares ya existentes con adscripción a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio.

«Si se hace sería fenomenal, pero con la participación equitativa de todos«, ha señalado el ecologista, que ha defendido que no hay mejor solución que la prohibición total.

Lo esencial es «volver a poner valor a los embalajes», ha explicado Barea, que ha puesto como ejemplo las medidas de depósito y retorno «que funcionan ya en 40 países». «Si hay un valor económico que se pueda recuperar, el residuo deja de ser basura», ha señalado.

«Tenemos los mares llenos de plástico y eso es una locura«, ha apuntado Barea. A este ritmo, según datos publicados recientemente por Naciones Unidasen 2050 los mares contendrán más plásticos que peces y aproximadamente el 99% de las aves marinas habrá ingerido plástico. Las cifras han preocupado tanto a la ONU que ha puesto en marcha una campaña mundial para eliminar en 2022 las principales fuentes de basura en los océanos. «O tomamos medidas, o acabaremos nadando en plástico y comiendo peces de plástico», ha pronosticado Barea.

 

Las bolsas de plástico en otros países

Gráfico que muestra la utilización de bolsas de plástico en la UE en 2014.
Gráfico que muestra la utilización de bolsas de plástico en la UE en 2014. Fuente: CNMC / Comisión Europea

«Los países que han puesto en marcha un impuesto, al menos en Europa, son los que mejores resultados han obtenido para disuadir del consumo de bolsas», según explica un informe emitido por la CNMC en el que recuerda que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) ya realizó esta recomendación en 2005 y compara la situación en distintos países de Europa y fuera de ella.

De este modo, Competencia propone a Irlanda, que cuenta con una figura impositiva desde marzo de 2002, como «referente mundial» al haber logrado reducir el consumo «en un 90% en menos de cuatro años» e identifica impuestos similares en Portugal, desde febrero de 2015, y en Dinamarca, desde 1994.

Por contra, señala el documento, Reino Unido y Suecia cuentan con precios fijos, mientras que Marruecos y Francia, desde julio de 2016, Países Bajos, desde enero del mismo año, e Italia, desde 2011, han optado por la prohibición total.

Según datos de Plastic Europe, asociación empresarial del sector a nivel europeo, en 2014 España fue el quinto país en concentración de demanda de plástico (7,4%), solo superado por Reino Unido (7,7%), Francia (9,6%), Italia (14,3%) y Alemania (24,9%), mientras que en 2015 el 39,9% de las 49 millones de toneladas de plástico demandadas en la Europa de los 28, Noruega y República Checa fue a parar al sector del embalaje.

Fuente: RTVE (Jaime Gutiérrez)

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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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