La eficiencia energética nos beneficia a todos

Las posibles ventajas de mejorar la eficiencia energética son notables, no solo en relación con el ahorro de energía y la lucha contra el cambio climático, sino también porque contribuye con una amplia gama de beneficios adicionales, tales como la mejora de la salud humana o la creación de empleo. Preguntamos a Tim Farrell, Asesor Principal del Centro de Eficiencia Energética de Copenhague, sobre qué es lo que mejor funciona para impulsar la eficiencia energética. Farrell resaltó que la adopción de medidas con objetivos claros y la disposición de suficientes recursos para apoyar la aplicación y el cumplimiento de la normativa son dos de una serie de ingredientes cruciales para el éxito.

¿Por qué deberíamos invertir en eficiencia energética?

La eficiencia energética puede resumirse como la generación de más productos y servicios utilizando el mismo consumo energético, o bien el suministro de los mismos productos utilizando menos energía. Por ejemplo, las bombillas LED iluminan igual que las bombillas incandescentes tradicionales, pero utilizan en torno a un 80 % menos de energía y duran mucho más tiempo que las tradicionales.

La ineficiencia energética se produce, en realidad, en toda la cadena de suministro de energía: desde la extracción, pasando por su conversión, transporte y distribución y hasta su uso final. El aumento de la eficiencia energética de los edificios no solo mejora la calidad del aire y la comodidad en el interior, sino que también reduce la factura energética e impulsa el empleo en ámbitos como la construcción, la instalación de sistemas de aislamiento o el sector de calefacción y refrigeración. En el ámbito del transporte hay también beneficios complementarios. Dado que está previsto que la flota mundial de vehículos triplique su cifra en 2050, muchos países están adoptando normas para el ahorro de combustible que reduzcan la dependencia del petróleo, las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación atmosférica.

El rápido crecimiento de los vehículos eléctricos en los últimos años ha estado respaldado por una amplia gama de políticas y medidas complementarias en algunos países. Noruega, por ejemplo, ha promulgado, desde la década de los 90, una larga lista de medidas que dan preferencia a los coches con un nivel nulo de emisiones, y se ha fijado la meta de que todos los coches que se vendan en el país en 2025 sean eléctricos. Este conjunto de políticas ha ayudado a perfilar las expectativas de consumidores y proveedores y, en 2016, la flota de vehículos eléctricos en Noruega era la mayorper cápitadel mundo.

¿Qué vínculos hay entre energía y desarrollo sostenible?

Las mejoras de la eficiencia energética son también un poderoso factor de impulso del acceso a la energía que, aunque a menudo pasa inadvertido, ofrece optimismo a los mil millones de personas que aún siguen sin acceso a electricidad. Por ejemplo, un suministro de energía no conectado a la red combinado con aparatos eficientes pueden ayudar a suministrar cantidades suficientes de energía limpia y asequible, además de contribuir con ello al desarrollo sostenible. De hecho, vincular la eficiencia energética con el acceso a la energía y las energías renovables es un factor necesario para cumplir el objetivo 7  de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, cuyo propósito es «garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos» en 2030. La energía se considera «crucial para lograr casi todos los ODS, ya sea por desempeñar un papel en la erradicación de la pobreza, por facilitar avances en la salud, la educación, el suministro de agua y la industrialización, o por combatir el cambio climático».

¿Hay una «solución milagrosa» para conseguir la eficiencia energética?

La eficiencia energética brinda a los gobiernos, al sector privado y a las comunidades una oportunidad en la que los beneficios son superiores a los costes en relación con el logro de diversos objetivos, ya sean reducciones del consumo de energía, mitigación de las emisiones, ahorros financieros, seguridad energética, beneficios para la salud, etc. Desde mi experiencia, es evidente que no existe una solución para todos los casos ni una única vía de lograr la eficiencia energética para las distintas regiones, países o ciudades.

El establecimiento de objetivos ambiciosos es importante para impulsar estas acciones, así como el establecimiento de marcos institucionales, estrategias nacionales y paquetes eficaces de políticas que combinen reglamentos, incentivos, refuerzo de capacidades e instrumentos de información. Todas estas actividades han de estar respaldadas por una provisión de datos sólidos, así como medidas de cumplimiento, seguimiento y evaluación.

¿Por dónde se debe comenzar?

Lo lógico es priorizar las acciones en los sectores específicos en los que el potencial de mejora de la eficiencia energética sea mayor. El consumo sectorial de energía y la mezcla de combustibles que intervienen suelen variar en gran medida. En una región en la que se utiliza una importante cantidad de energía para actividades industriales, las autoridades podrían dar prioridad a medidas como el apoyo a la adopción de sistemas de gestión de la energía. Otra posibilidad sería, por ejemplo, en una zona en la que se utiliza una gran cantidad de energía para los sistemas de calefacción y aire acondicionado de edificios ineficientes, sería más lógico que la Administración se centrara en mejorar el rendimiento de los edificios desde el punto de vista energético a través del código técnico de edificación  y la certificación de edificios, así como en alentar el desarrollo de construcciones con un consumo de energía neto nulo. En zonas urbanas con problemas de congestión del tráfico, las autoridades podrían priorizar la inversión en soluciones de transporte público, como los sistemas de autobuses de tránsito rápido. En la actualidad, en torno a 35 millones de pasajeros de 206 ciudades de todo el mundo utilizan este tipo de sistemas de autobús, que ofrecen una solución de transporte público innovadora, de alta capacidad y menor coste, y que mejora la movilidad urbana y reduce la contaminación atmosférica.

La innovación tecnológica en el sector privado desempeña también una función cada vez más importante. Por ejemplo, las innovaciones en el almacenamiento de la energía, la conectividad y los sistemas de energía inteligentes liderados por empresas como Tesla, Danfoss y Siemens, entre otras muchas.

¿Afectan los precios de la energía en la eficiencia energética?

El precio es un incentivo poderoso para que los consumidores reduzcan el uso de energía y procuren aumentar la eficiencia. Las políticas sobre eficiencia energética suelen tener dificultades para funcionar cuando los precios de la energía están subvencionados, ya que los bajos precios de la energía influyen en los beneficios económicos de la eficiencia energética. Observamos que hay cada vez más países comprometidos con la reforma de tales subvenciones, y algunos de ellos están explorando opciones para que las subvenciones pasen de los proveedores de energía a los consumidores.

En la actualidad hay muchas soluciones técnicas que permiten adoptar medidas inmediatas para acelerar la eficiencia energética. La utilización de contadores y facturas inteligentes constituye un buen ejemplo. Muchos consumidores pagan la factura energética cada tres meses y no son conscientes de las oportunidades de lograr una mayor eficiencia energética a través de un cambio de tecnología o de la modificación del comportamiento. La información sobre el consumo que se facilita a los usuarios finales puede ayudar a cambiar el uso que se hace de la energía y mejorar su eficiencia. En algunos países, las facturas facilitan análisis e información específicos para permitir que los residentes en un hogar puedan comparar el uso que hacen de la electricidad con el que se hace en otros hogares similares en comunidades locales. Otros hogares prefieren información en tiempo real, a través del teléfono inteligente o de pantallas instaladas en el hogar, lo que les da la oportunidad de modificar hábitos y comportamientos antes de que se emita la factura.

Una intensa demanda de refrigeradores o acondicionadores de aire eficientes por parte de los consumidores pueden también impulsar a las empresas a innovar y ofrecer más productos eficientes energéticamente.

¿Quién debe participar y recibir información?

La eficiencia energética es un ámbito fragmentado en el que intervienen muchas partes interesadas, como gobiernos, el sector privado, organizaciones internacionales, entidades financieras y la sociedad civil, entre otras. Todas ellas deben disponer de datos e información que les capacite para tomar decisiones informadas, relacionadas con objetivos, políticas, programas e inversiones de alto nivel.

El Centro de Eficiencia Energética de Copenhague está en una excelente posición para desempeñar una función esencial de coordinación en lugares seleccionados de alto impacto, y está respaldando la aceleración de las iniciativas de eficiencia energética a escala mundial, nacional y de ciudades. En el contexto de la iniciativa Energía Sostenible para Todos, promovida por el Secretario General de las Naciones Unidas, actuamos como un grupo temático en materia de energía. En este contexto, contribuimos, entre otras cosas, al desarrollo de fuentes de conocimiento, como la iniciativa Indicadores sobre mecanismos regulatorios de la Energía Sostenible (RISE, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial.

Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente


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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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